Quiero narrar mi relato de lo que pasó esa madrugada como testimonio de nuestra forma de ser. Disfrútalo.
Todo comenzó entre tragos, cuentos y caricias a escondidas, ¿porque digo caricias escondidas? Porque yo, de traviesa, mientras conversábamos en el mesón de la cocina, rozaba mi pierna con la de ella, como buscando hacerle sentir un calorcito rico que me demostró que sintió porque siguiendo con la conversación entre los cuatro que estábamos ahí, en un momento en que nadie se dio cuenta, bajo su mano y acarició mi pierna. Bajó por mi entrepierna por debajo del vestido muy corto que yo llevaba y casi llega a tocarme el sexo.
Eso me hizo sentir excitación. Me gustó. Mi cuerpo despertó y quedó atento a otra caricia traviesa de parte de ella...yo en cambio solo seguía con mi pierna tocando la suya. También noté que mientras yo estaba sentada de brazos y piernas cruzadas, ella me miraba las piernas y el bulto que hacia mis senos por encima del escote cuando los apretaba con mis brazos. Ya luego de un rato de conversación y al acabarse los tragos sugerí subir a las habitaciones donde me cambié el vestido por una brevísima pijama de franelilla sin sostén y con un short cortito que me hacía lucir aún más atrevida. Entré al cuarto donde está mi computadora para hacerle a ella el favor de bajarle unas canciones a su pen driver y mientras lo hacia ella seguía con sus caricias a escondidas, cosa que me gustó mucho por la travesura. Luego que terminamos de hacer lo de las canciones en la maquina, ella vino a mi habitación y junto con mi esposo se acostó a mi lado en nuestra cama supuestamente con la intención de ver alguna película en la televisión. En eso mi esposo se levantó de la cama y le quiso mostrar unas fotos, que me había tomado esa tarde con su cámara digital, en la pantalla de su computadora ubicada frente a nuestro lecho, y entre las cuales se encontraba una donde aparezco con mis senos al descubierto en una actitud sensual y provocativa y ella muy pegadita a mi cuerpo en la cama me comenzó a acariciar mi seno izquierdo muy suavemente y luego el derecho, pero lo hacia con una ternura que me gustó y me dejé seguir acariciando.
Mi esposo al terminar lo de las fotos se regresó a la cama e ignorando la tele notó que ella me acariciaba. Entonces él a su vez también me comenzó a acariciar. Ella al notar que lo que él hacía tomó confianza y siguió y siguió descubriendo cada parte de mi cuerpo con las caricias de sus manos hasta que introdujo una de ellas por el short de mi pijama para llegar a mi sexo. Pero antes de eso mi esposo ya me había tocado y notó lo mojada que estaba, porque yo en ese momento me sentía amada, deseada y dejé libre mi mente para aceptar todo lo que ellos dos querían darme. Luego que ella alcanzó mi sexo con sus dedos, mi esposo abrió con mi ayuda un lado de la entrepierna de mi panty y le dejó libre mi sexo para que sintiera lo mojada que estaba. Al sentirlo así con esa humedad inmensa comencé a escuchar en mi oído su respiración cada vez más agitada por la excitación diciéndome:
Mi esposo al terminar lo de las fotos se regresó a la cama e ignorando la tele notó que ella me acariciaba. Entonces él a su vez también me comenzó a acariciar. Ella al notar que lo que él hacía tomó confianza y siguió y siguió descubriendo cada parte de mi cuerpo con las caricias de sus manos hasta que introdujo una de ellas por el short de mi pijama para llegar a mi sexo. Pero antes de eso mi esposo ya me había tocado y notó lo mojada que estaba, porque yo en ese momento me sentía amada, deseada y dejé libre mi mente para aceptar todo lo que ellos dos querían darme. Luego que ella alcanzó mi sexo con sus dedos, mi esposo abrió con mi ayuda un lado de la entrepierna de mi panty y le dejó libre mi sexo para que sintiera lo mojada que estaba. Al sentirlo así con esa humedad inmensa comencé a escuchar en mi oído su respiración cada vez más agitada por la excitación diciéndome:
- Que rico!
Que sabroso se sentía aquello.Yo seguí entregada dejándome penetrar por sus dedos que se deslizaban por toda mi vulva y tocando mi clítoris a sus anchas. Yo tenía las piernas bien abiertas permitiéndole jugar a su gusto con mis jugos y mis sensaciones mientras sujetaba el trozo de tela de mi panty hacia un lado para dejarle bien expuesto mi sexo que mi esposo miraba con un deseo que se adivinaba por la dureza de su pene que yo le comencé a tocar, a agarrar a menear con fuerza porque lo tenia erecto y bien divino. Simultáneamente sentí uno de los dedos de mi esposo en mi ano y lo dejé entrar sin resistencia alguna porque quería disfrutar y que me disfrutaran toda sin reparos. El me mamaba mis pezones y lamía mis areolas de una forma muy rica y delicada. Pero también sentía al mismo tiempo los besos de ella en mis labios, su lengua buscando la mía que le entregué también deseosa. Sus caricias juntos con las de mi esposo me envolvían muchísimo. En un momento ella bajó por mis pechos, que mi esposo gentilmente les entregó, lamiéndolos en camino hacia mi sexo que la esperaba. Yo me terminé de quitar mi short y mi ropa interior quedando desnuda de la cintura para abajo para facilitarle sus acciones. Ella abrió mis piernas para dedicarse a mi vulva totalmente y entregada como con desesperación comenzó a chupármela. Sentía su lengua caliente y eso me puso a millón, quería mas y mas, luego sentí como uno de sus dedos entro por mi ano y el otro por mi sexo y a la vez los movía tan rico que yo no dejaba de moverme también. Su lengua en mi clítoris y junto a la fuerza con que me metía sus dedos me gustaba demasiado. Mientras que yo besaba y acariciaba a mi esposo ella me hacia emitir unos gemidos de placer que al recordarlos siento que me gustaron muchísimo. Lo que aquí quiero expresar es que me sentí divina, ella me la chupó muy rico, aunque en unos momento fueron fuertes sus mamada creo que eran así porque estaba muy excitada y se quería comer mi sexo. Me hacia estremecer. Se sentía rico , su lengua entrando por mi agujero, sus dedos luego en el clítoris, eso fue súper divino. Me hacia entregarme mas y mas a lo que me hacía ella junto con mi esposo. Porque mi esposo me besaba tan rico también que eso me provocaba muchísimo mas a dejarme hacer lo que querían. En un momento la levanté y la atraje hacia mi rostro para besarla y dejar que mi esposo tomara su lugar. Ahí mi esposo me hizo el amor y eso fue súper divino. Sentir su pene súper erecto entrando una y otra vez dentro de mi sexo me puso mas caliente también. A cada una de sus arremetidas al penetrarme mis gemidos creo que se escuchaban fuera de la habitación porque eran muy fuertes. Ella en ese momento me mantenía abrazada y se estremecía en cada impulso de mi esposo para llegarme lo más adentro posible. No sé realmente porque hacía eso. Pero yo solo estaba pendiente de mis sensaciones. En ese momento me provocó decirle a mi esposo lo que siento por él y muy quedo en sus oídos le dije:
- Te amo Mi amor! Te amo demasiado!
Luego de habernos calmado un poco yo decidí acariciarla a ella y levantándole la franela porque en ningún momento se quitó la ropa, besé uno de sus pezones al que apenas se lo toqué sentí como lo tenia bien parado. Se lo chupé, se lo mordí, se lo apreté y eso a mi me causó una excitación muy agradable y sentí como mi sexo se humedecía nuevamente. Cosa que mi esposo aprovechó para deslizar sus dedos por dentro de mi vulva. El tocarla así me gustó también. Ella tenia una posición en que aceptaba lo que yo le hacia y eso me encantaba, y mi esposo llenándome con sus caricias también me provocaban muchas cositas ricas. Pero por un momento decidí mejor acostarnos a dormir ya que habíamos quedado agotados.
Y a pesar de que por razones que no vienen al caso ninguno de los tres llegó a alcanzar el clímax ni del orgasmo ni de la eyaculación, tengo que decir que sentí algo tan rico en el cuerpo que yo deseaba que no se acabara, porque lo disfruté muchísimo. Me sentí mujer, amada y deseada entre mi pareja y ella!
Gracias por este nuevo momento libre que me diste mi amor, lo disfrute al máximo!
Te amo con todo mi corazón.
- Tomado de varias fuentes*