martes, 17 de agosto de 2010

BURKA Y BLUEJEANS


BURKA Y BLUEJEAN, originalmente cargada por ®FernandoLuna.

Ocultas bajo el burka
http://bit.ly/daYwPf

En el Afganistán de los talibanes (1996-2001), era como si las mujeres no existieran. Ocultas bajo el burka azul, las mujeres no podían ni salir solas a las calles. Las pocas que podían reunir unos afganíes, la moneda local, pagaban a un niño para que les acompañara y así justificar su presencia fuera del hogar ante la policía religiosa. Cuando cayeron los fundamentalistas, las primeras en intentar cambiar las cosas fueron las propias mujeres, y no la Administración Bush. Por ejemplo, Jamila Mujahed, que desde los primeros momentos de libertad se quitó el burka, montó la revista femenina Malalaï, que trata temas sociales desde las bodas forzosas hasta el consumo de drogas y el aborto. Hay hospitales y centros sociales que atienden a las mujeres; las niñas van a la escuela; hay 68 diputadas en la Asamblea Nacional, el 27% de sus miembros.

Hay 68 diputadas, pero apenas pueden debatir de las nuevas leyes Sin embargo, más de ocho años después del inicio de la guerra, la realidad poco ha cambiado: el 88% de las mujeres son analfabetas; ocho de cada diez sufren violencia doméstica; el 95% de las niñas que empiezan primaria no termina secundaria. Y en las zonas más aisladas el 80% de la población afgana vive en zonas agrícolas, como en Farah, al suroeste del país, las mujeres siguen viviendo bajo las normas heredadas de los talibanes. Allí, más del 60% de las niñas son casadas antes de cumplir los 16 años y sin su consentimiento.

En política, las 68 diputadas apenas pueden intervenir para hablar de las leyes. Una de ellas, Malalaï Joya, fue expulsada por llamar a los políticos de su país "narcotraficantes" y "criminales de guerra". Otra parlamentaria, Fawzia Kofi, reprochó al presidente Hamid Karzai "no tener las ideas claras" y considera que "no se puede sacrificar" sus derechos, "ni los del hombre ni los de la mujer". Y nadie pudo impedir que Karzai promulgase hace un año una ley que permite a los maridos de la etnia hazara (el 9% de la población afgana) castigar sin alimentos a sus esposas si no quieren satisfacer sus deseos sexuales.