domingo, 25 de septiembre de 2005

A quienes votaron por Bush




Michael Moore
En este cuarto aniversario del 11 de septiembre solo estoy curioso: ¿cómo te sientes? ¿Cómo te sientes al saber que el hombre que elegiste para guiarnos después que fuimos atacados puso a cargo de FEMA (Agencia Federal para el Manejo de Emergencias) a un tipo cuya mayor calificación era haber administrado shows de caballos? Es correcto. Shows de caballos.
Realmente quiero saber —y pregunto con toda la sinceridad y debido respeto—, ¿cómo te sientes con el desprecio total que Mr. Bush ha mostrado en relación con tu seguridad? Vamos, dame únicamente un momento de honestidad. No empieces a despotricar con que este desastre en Nueva Orleans fue culpa de una de las ciudades más pobres en Norteamérica. Olvida tu odio a los demócratas y liberales y a cualquiera cuyo apellido sea Clinton. Solo mírame a los ojos y dime que nuestro presidente hizo lo correcto después del 9/11, nombrando a un administrador de shows de caballos como el máximo hombre para protegernos en caso de una emergencia o catástrofe.
¿Somos más seguros ahora que antes del 9/11? Cuando sabes que detrás del administrador de shows de caballos, el segundo y el tercero a cargo de situaciones de emergencia tienen cero experiencia en situaciones de emergencia, ¿crees que estamos más seguros?
Cuando ves a Michael Chertoff, al frente del Departamento de Seguridad Nacional, un hombre con poca experiencia en seguridad nacional, ¿te sientes seguro?
Cuando hombres que nunca fueron militares y nunca han visto a jóvenes morir en combate envían a nuestros jóvenes a la guerra, ¿crees que ellos saben cómo manejar una guerra? ¿Crees que saben qué significa que te destrocen las piernas por una amenaza que nunca estuvo ahí?
¿Realmente crees que entregar servicios importantes del gobierno a corporaciones privadas ha resultado en mejores servicios para la gente?
Con la deuda de la nación en su punto histórico más alto, ¿crees que la exención de impuestos para los ricos es todavía una buena idea? ¿Devolverías los tuyos para que cientos de miles sin casa en Nueva Orleans puedan tener un hogar?
¿Crees en Jesús? ¿Reamente? ¿Acaso no dijo él que seríamos juzgados por cómo tratáramos a los más necesitados entre nosotros?
El huracán Katrina vino y destruyó la fachada de que éramos una nación con libertad y justicia para todos. El viento aulló, el agua se elevó y lo revelado fue que el pobre en Norteamérica debe sufrir y morir mientras el Presidente de los Estados Unidos se enreda y les dice que coman pastel.
Eso no es una broma. El día que el huracán golpeó y los diques se rompieron, Mr. Bush, John McCain y sus ricos amigos se llenaban ellos mismos con pastel. Un día después de que los diques se rompieron (los mismos diques cuyos fondos de reparación él había cancelado), Mr. Bush estaba tocando la guitarra que algún cantante de country le había dado. Todo esto mientras Nueva Orleans se hundía bajo el agua.
Fue necesario otro día completo antes que el Presidente sobrevolara el área en su jumbo jet, asomándose levemente por las ventanas a 2 500 pies, mientras volaba de regreso a su segunda casa en Washington D.C. Después se requerirían dos días más antes que llegaran las tropas y la ayuda federal.
Mis amigos republicanos: ¿no les molesta que seamos el hazmerreír del mundo?
Y, en este día sagrado de recuerdo, ¿creen que honramos o avergonzamos a aquellos que murieron el 11 de septiembre de 2001? Si no aprendimos nada y reconocemos que cada parte de nosotros es tan vulnerable e incapacitada como estábamos aquella mañana soleada, ¿entonces 3 000 murieron en vano?
Nuestra vulnerabilidad no es únicamente hacerle frente a terroristas o desastres naturales. Somos vulnerables e inseguros porque permitimos que uno de cada diez norteamericanos viva en una pobreza espeluznante.
Aceptamos un sistema de educación donde uno de cada seis niños nunca se graduará y la mayoría ni siquiera puede pronunciar una oración coherente. La clase media no puede pagar los préstamos o las cuentas del hospital y 45 millones no tienen cobertura médica de ningún tipo
Yo te conozco mejor. Tú le diste al país y al mundo un hombre que no estaba a la altura del trabajo y que todo lo que hace es contratar personas que no están a la altura de los trabajos para los que son nombrados. Sí, tú nos hiciste esto a nosotros, al mundo, a la gente de Nueva Orleans. Por favor corrígelo. Bush es tuyo. Y tú sabes, por la paz y la seguridad, que esto debe ser corregido. ¿Qué propones?
Yo tengo una idea, y no es un show de caballos.
Tuyo,
Michael Moore
(Fragmentos)