Jesús y la PazEn virtud de la fe en Dios-amor y de la participación en la redención universal de Cristo, los cristianos están
llamados a comportarse según justicia y a vivir en paz
con todos, porque "Jesús no da simplemente la paz. Nos da su paz acompañada de su justicia. Él es paz y justicia.
Se hace nuestra paz y nuestra justicia".(10) Pronuncié
estas palabra hace casi veinte años, sin embargo, en el
horizonte de las actuales transformaciones radicales,
adquieren en nuestros días un sentido aún más vivo y
concreto.
Un signo distintivo del cristiano debe ser, hoy más que
nunca, el amor por los pobres, los débiles y los que
sufren. Vivir este exigente compromiso requiere un vuelco total de aquellos supuestos valores que inducen a buscar el bien solamente para sí mismo: el poder, el placer y el enriquecimiento sin escrúpulos. Sí, los discípulos de Cristo están llamados precisamente a esta conversión radical. Los que se comprometan a seguir este camino experimentarán verdaderamente "justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo" (Rm 14, 17), y saborearán "un fruto de paz y de justicia" (Hb 12, 11).
¡Que los dones de su justicia y de su paz sean
para todos, sin distinción alguna!
"Se hará la estepa un vergel,
y el vergel será considerado como selva.
Reposará en la estepa la equidad,
y la justicia morará en el vergel;
el producto de la justicia será la paz,
el fruto de la equidad, una seguridad perpetua" (Is 32,
15-17).
Vaticano, 8 de diciembre de 1997.
MENSAJESES DE PAZ, JUAN PABLO II - Jesucristo, nuestra reconciliación:
http://www.clerus.org/bibliaclerusonline/es/b3l.htm