sábado, 22 de enero de 2011

19012011

El hombre es muy simple pero su personalidad no lo es; la personalidad es algo muy complejo. La personalidad se asemeja a una cebolla: tiene muchas capas de condicionamientos, de corrupción tras las cuales se oculta el ser del hombre. (...)
No han ido hasta el final. A través de la alegría desaparece la primera corrupción. De ahí mi insistencia en ser alegre, en vivir celebrando, en disfrutar la vida, en aceptar nuestro cuerpo; no solo aceptarlo sino también estar agradecidos a la existencia por habernos dado un cuerpo tan maravilloso. Un cuerpo tan sensible con tantas puertas para relacionarse con la realidad: vista, oídos, olfato y tacto. Así que abre todas esas puertas y deja que circule la brisa, deja que el sol de la vida brille en tu interior. - OSHO