martes, 15 de agosto de 2006

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Delicia:
Es quizá la forma más placentera de sexo en pareja en que se involucran las mujeres. Nada puede compararse a la sensación de una tibia lengua húmeda deslizándose a través del clítoris y la vulva de una mujer. Con excepción de la masturbación, el sexo oral probablemente resulte en más orgasmos que cualquier otra práctica sexual. La sensibilidad de la vulva y el clítoris de la mujer determinará qué tipo de estimulación le gusta y a la cual responde más. Hay mujeres que prefieren un toque suave y lento, otras gustan un toque rápido y firme. La estructura de sus genitales determinará lo que es posible. La mujer con labios menores bien desarrollados puede gustar que se los chupen; una mujer con labios menores pequeños o ausentes no podrá experimentar esto. Si la mujer tiene clítoris que se proyecta hacia afuera o está bien desarrollado, su pareja podrá chuparlo como a un pequeño pene. Si la mujer tiene un clítoris pequeño u oculto, su pareja sólo podrá lamerlo. Sin embargo hay una pequeña regla, al menos que usted intente fastidiarla, mantenga su ritmo e intensidad una vez que está cerca del orgasmo. Nada molesta más a una mujer durante el sexo oral que su pareja quiebre su ritmo, o que vague cerca de su zona erógena, cuando está al borde del orgasmo. No busque el clítoris inmediatamente. Si la mujer no está excitada adecuadamente su clítoris estará muy sensible o completamente insensible a todas las formas de estimulación. Necesita esperar para que sus hormonas fluyan y para que sus genitales se inunden de sangre. Haga un viaje lento y prolongado hasta su clítoris. Descubra su clítoris por accidente. Acaricie, bese y lama la parte interna de sus muslos. Lama gentilmente el área donde se unen su vulva y sus muslos. Lama lentamente su monte púbico y labios mayores. Tómese su tiempo. Corra su lengua a lo largo del surco formado por sus labios mayores. Deslice su lengua entre sus labios mayores y menores. Si es posible tira sus labios menores hacia adentro de tu boca y chúpalos; tira la sangre gentilmente dentro de ellos. Lama el área entre sus labios menores; el área justo fuera de la vagina. Cuando ella esté chorreando mojada y pidiendo más, comience a lamer muy suavemente su clítoris. Al principio no retraiga su capuchón. Dele tiempo para excitarse bien. Cuando ella parece estar lista para explotar deslice hacia atrás su capuchón clitoridiano con sus dedos lubricados, (ella puede usar los suyos propios), y lama y chupe sobre su glande clitoridiano exquisitamente sensible. Sea muy suave. Hay mujeres que requieren un toque muy ligero; otras encontrarán que esto les hace cosquillas y requerirán un toque firme pero suave. Otras incluso no podrán tolerar la estimulación directa de su capuchón clitoridiano. Chupe suavemente sobre su clítoris; saque suavemente más sangre de él. Una vez que encuentre una forma de estimulación que le sea placentera, mantenga esa estimulación hasta que ella experimente el orgasmo, si ella quiere. Si ella no puede experimentar el orgasmo, continúe la estimulación en tanto sea placentera para ambos. El cunnilingus no necesita incluir el orgasmo para ser muy placentero y satisfactorio. La mujer puede disfrutar cuando usted inserte su lengua en su vagina y estimule sus paredes vaginales. Quizá no pueda insertar tu lengua muy profundo, pero usualmente los tejidos más sensibles están cerca de la entrada. Hay mujeres que disfrutan cuando usted inserta su(s) dedo(s) en su vagina y estimula sus paredes vaginales, y posiblemente su punto G, mientras chupa su clítoris. Algunas mujeres disfrutan si usted mete su(s) dedo(s) lubricado(s) en su ano y/o masajea su ano mientras hace el cunnilingus. Como su lengua puede cansarse, asegúrese de usar sus labios y lengua para acariciar y chupar sus delicados tejidos alternativamente. Si extiende su lengua totalmente y no está acostumbrado, pronto se cansará. Es mejor mantener tu boca tan cerca de su clítoris y labios como pueda. Use toques cortos con su lengua ligeramente extendida. Contrariamente a la creencia popular, y expectativas de muchas mujeres, el cunnilingus no es una habilidad natural con que nace cada hombre y lesbiana. El cunnilingus es una técnica aprendida. Si no te tomas el tiempo para enseñarlo o aprenderlo, nunca disfrutarás de sus beneficios. Cada mujer es diferente, por lo tanto, no importa cuán bueno o buena fue alguien dando placer oral a una mujer en el pasado, aún necesitará reaprender su técnica si se cambia de pareja. Las mujeres no se pueden comparar puesto que nunca son exactamente las mismas en gustos y aversiones. Hay razones físicas y psicológicas para esto. La persona que lleva a cabo el sexo oral debería buscar la guía en los ojos de su pareja, preguntándole si le gusta lo que hace. Las mujeres deben ser honestas con su pareja, jamás fingir placer u orgasmo.